Problemática 006: Guerra, Proceso y Espacios


Problemática Nro 06: Guerra, Proceso y Espacios

PREGUNTAS GENERADORAS

1.- ¿Qué implicaciones tiene el 5to espacio definido por Ceceña para la defensa integral ante una guerra que aprovecha ese espacio para sus estrategias?.

2.- ¿Cuáles son las características más relevantes del ciberespacio -según la autora- para el actual proceso de guerra híbrida contra Venezuela?

3.- ¿Cómo aborda Ceceña a los protagonistas de la guerra imperial y las herramientas e instrumentos que utiliza para llevarla a cabo?

4.- ¿Escriba 5 características del nuevo entramado de la guerra “en la era ciber” que menciona Ceceña.

5.- ¿Qué otros elementos usted le agregaría a este artículo considerando lo leído en el último ensayo que aparece en el Tratado de Metodología de la Investigación en Ciencias Sociales sobre EL ESPACIO?
6.- ¿Es cada guerra un proceso o es un fenómeno aislado e inmutable ante otros procesos de su entorno?


En el siglo XXI:
Redes y entramados de la guerra

Por Ana Esther Ceceña

En esencia, la Red Centralizada de Guerra traduce la superioridad en información en poder de combate.
Defense Advanced Research Projects Agency


En 1993, Arquilla y Rondfeldt, dos importantes cabezas pensantes del Pentágono, anunciaban la constitución de un nuevo tipo de guerra que correspondía a lo que implícitamente se reconocía como un nuevo dominio. El mundo recibió así el anuncio de una nueva época, que llevaba ya claramente tres décadas de gestación: estábamos en la era ciber.

La estética del mundo se transformó. A los dominios conocidos (mar, tierra, subsuelo y espacio) se agregaba el ciberespacio, construido material y virtualmente con cables, máquinas intercomunicadas, información, códigos, protocolos, algoritmos y ondas que atraviesan de manera permanente el espacio atmosférico, haciendo posible el intercambio de crecientes cantidades de todo tipo de informaciones.

Se colonizó la atmósfera albergando un espacio a la vez virtual y material llamado ciberespacio. Un espacio donde lo inmaterial adquiere cuerpo a través del correo electrónico, los flujos de video, las llamadas telefónicas o las órdenes ejecutadas por los autómatas.

Ese carácter a la vez material e inmaterial dio a la web, que emergió en esos años, la apariencia de un entramado misterioso asible e inasible a la vez, que se fue complejizando y sofisticando mientras se introducía en todas las actividades a manera de un sistema orgánico capaz de llegar a los más finos vasos capilares y a los más delicados impulsos emocionales.

La creación del ciberespacio fue inducida, dirigida y controlada por el Pentágono para mantener y ampliar el dominio del sujeto hegemónico constituido por lo que Eisenhower denominara el complejo militar industrial.

En 2003 el Departamento de Defensa de Estados Unidos acuñó el término de Network centric warfare para indicar la entrada en escena de la ciberguerra. El ciberespacio alcanzaba ya en ese momento todos los ámbitos de densidad estratégica.

Cyberwar refers to conducting, and preparing to conduct, military operations according to information-related principles. It means disrupting if not destroying the information and communications systems, broadly defined to include even military culture, on which an adversary relies in order to “know” itself: who it is, where it is, what it can do when, why it is fighting, which threats to counter first, etc. (Arquilla y Rondfeldt, 1993: 30)

(La ciberguerra se refiere a la realización y la preparación para llevar a cabo operaciones militares de acuerdo con los principios relacionados con la información.  Significa perturbar, si no destruir, los sistemas de información y comunicación, definidos en términos generales para incluir incluso la cultura militar, en la que se apoya un adversario para "conocerse" a sí mismo: quién es, dónde está, qué puede hacer, cuándo puede hacerlo, por qué está luchando, qué amenazas contrarrestar primero, etc. )

Los alcances del entramado

El nuevo sistema de comunicaciones creado con fines estratégico militares no estaba dirigido solamente a aumentar la asimetría en el campo de batalla sino a generar condiciones de superioridad tecnológica para el capital, en este caso, de filiación estadounidense. Así pues, manteniendo la confidencialidad, la tecnología pasó a encontrar sus formas de aplicación en la industria, acosada por la competencia de Japón y los tigres asiáticos.

Desde la revolución del taylorismo-fordismo a inicios del siglo XX, con la reducción de las tareas creativas de la producción a movimientos fragmentados y repetitivos que arrebataron el saber de manos del artesano y lo depositaron en la máquina, no había ocurrido una transformación de estatura equivalente. El conocimiento referido al proceso de trabajo y su organización volvió a enfrentar al trabajador colectivo mediante su transformación en impulsos. Los movimientos fraccionados de Taylor aparecen, a finales del siglo, como impulsos binarios: el conocimiento del proceso de trabajo traducido una simple lectura de 0 y 1. El capital organiza el entramado de ceros y unos, así como antes organizó el de movimientos fraccionados. La reconstrucción y el conocimiento del proceso queda del lado del capital mientras que el obrero (o el participante en un punto de la red) sólo tiene conocimiento de su pequeña partecita, de su cero o uno, y quizá del de su círculo cercano. Esto es parte de la guerra dentro del espacio de la producción, pero aquí se llaman relaciones de clase.

En todo caso, este nuevo sistema de comunicaciones y de codificación posibilitó el fraccionamiento del proceso de trabajo en fases desmembradas geográficamente –para beneficiarse de las condiciones específicas de cada lugar–, salvaguardando la precisión necesaria para que el todo embonara en el momento del ensamble final. Es así como surge el auto mundial, los productos plurinacionales, la industria maquiladora, la movilidad evasiva del capital y la globalización. Es la red de la producción.

Simultáneamente, la web fue penetrando el espacio de la reproducción. Como la sociedad es compleja, la otra pista de las aplicaciones civiles de internet provino de la necesidad de recurrir a universidades y especialistas para ir limando la rudeza y limitada versatilidad de una tecnología emanada del campo de batalla. Y más allá de las universidades, cuando acertadamente el Pentágono decidió abrir su libre uso –con controles centralizados, por supuesto–, hubo una masiva contribución al perfeccionamiento y diversificación de aplicaciones de internet.

Dejar que los investigadores lo usaran para compartir sus hallazgos, sin dejar de supervisar, permitía detectar los espacios de ciencia de frontera potencialmente enriquecedores de la internet. Su uso masivo, en cambio, contribuyó a suavizarlo y hacerlo amigable, a la vez que lo llevó hasta los más recónditos lugares y dilemas de la sociedad, incluyendo los de las nuevas formas de trabajo domiciliario que propició la conectividad. No obstante, en sentido contrario, este involucramiento generó alternativas de uso de la red y una experticia no controlada que convirtió el espacio creado en un nuevo campo de disputa. El hackeo y la piratería son tan consustanciales al ciberespacio como el espionaje, la vigilancia y el control de voluntades.

El terreno de la ciberguerra

Aproximadamente 3 mil millones de personas (42 % de la población mundial) viven conectadas a la red de redes. La competencia y la adquisición de los estándares tecnológicos han llevado a una alta automatización de los procesos productivo y reproductivo de manera que los centros neurálgicos de la organización social están vinculados a la red y sometidos a sus protocolos. La amplitud de la web y la profundidad de sus tentáculos, así como su verticalidad y transversalidad, la convierten en el medio idóneo para cubrir el espectro completo de la dominación. Un ataque en la red altera la materialidad y la subjetividad, atraviesa diferencias de clase, de cultura y características étnicas, raciales y de género: “…internet no es una sola entidad […] todos los días nacen redes nuevas en el cúmulo global de redes de comunicaciones interconectadas.” (Snowden, 2019: 17).

El control, el dominio y el disciplinamiento, que constituyen el propósito focal de las guerras, daba sentido hasta ahora al despliegue de fuerzas militares bajo diferentes modalidades y en terrenos variados: marines desembarcando en nuestras costas o comandos interviniendo en nuestros territorios, espionaje y panópticos, guerra psicológica, étnica o cultural, pero todas ellas se ven reforzadas y potenciadas en el siglo XXI por el desarrollo de tecnologías informáticas y experticias que van configurando la hoy ineludible telaraña (web). Simultáneamente, modalidades nuevas de relacionamiento y de guerra han ido surgiendo de la emergencia de este nuevo espacio o, más precisamente, nueva dimensión de las relaciones sociales, de las relaciones de poder y de los flujos dinámicos de la reproducción global, al punto que a los comandos territoriales del Comando Conjunto de Estados Unidos se agregó, en 2009, el USCybercom.

El cerebro de la guerra de espectro completo opera en una amplia medida en el ciberespacio, donde conectan y se cruzan todas las informaciones de los operativos “en tiempo real” para garantizar mejores resultados, con datos logísticos o de cualquier otro tipo necesarios para asegurar el cumplimiento de los objetivos trazados.

El ciberespacio, entendido como infraestructura crítica o estratégica, es el campo de la vulnerabilidad y el ejercicio del poder; es ahí donde se juegan las asimetrías más riesgosas puesto que es un espacio compartido entre fuerzas contradictorias. Los más inasibles y peligrosos enemigos del orden establecido, de las jerarquías de poder y del modo de vida alienado circulan por la web e intervienen en ella, rompiendo su linealidad y confirmando el ciberespacio como terreno de confrontación y disputa. Por eso, junto con los fabricantes anónimos de armas biológicas, los hackers son considerados entre los enemigos más peligrosos del orden establecido.

Los acontecimientos en Tallin, Estonia, de abril y mayo de 2007 son identificados como el primer caso de ciberguerra, seguidos por los de Georgia en 2008. Una intervención en la web activó las acciones de Denial of Service (DoS) y Distributed Denial of Service (DDoS) y con ello afectó páginas del gobierno, bancos, medios de comunicación y partidos políticos, provocando la suspensión temporal del servicio (Kaiser, 2014: 11).

La intervención en el ciberespacio puede provenir de cualquier lugar pero hay los disruptores aislados, casuales y hasta criminales (roba-bancos, etc.); hay organizaciones de nivel estatal con propósitos geopolíticos y hay los que responden a políticas de estado deliberadas y planeadas que trascienden con mucho las acciones de ciberseguridad o defensa y son parte de las ofensivas de dominación y guerra.

La información como arma múltiple

Ahora bien, los niveles generales de automatización han vuelto a la sociedad totalmente dependiente de la “información”. Las capacidades humanas han sido potenciadas y trascendidas por el sistema de máquinas que opera bajo las indicaciones de los algoritmos usando acervos considerables y dinámicos de información que nutre sus acciones o, incluso, en los casos de alta tecnología, la toma de decisiones del sistema de máquinas. Si se da información equivocada, no útil o contradictoria, el sistema se confunde o se entorpece y la dinámica general (o específica) pierde eficiencia y puede conducir a contrasentidos. Ahí está el punto crítico. Poder saltar los candados de la protección redundante, alterar los algoritmos (para que desvíen los depósitos del banco a una cuenta privada, o para que irrumpan y modifiquen los protocolos de una planta nuclear, por ejemplo), es poner en situación de vulnerabilidad, que incluso podría ser catastrófica, el dominio en cuestión. Lo mismo entre competidores o enemigos equivalentes confrontados, que en el caso de hackers sociales, si se les puede llamar así.

No obstante los riesgos, siempre presentes, el desdoblamiento de las redes en sociales, militares, estratégicas, corporativas, etc., según sus ámbitos y sus usos, éstas ofrecen el mejor andamiaje para diseñar estrategias de guerra de espectro completo. Así, la intervención simultánea en una infraestructura crítica, en el circuito financiero, en las redes comerciales y en la formación de sentidos y la manipulación de la opinión pública conforman parte sustancial de los nuevos entramados de la guerra. La guerra en todos los terrenos: simultánea pero con ritmos diferenciados, envolvente, desconcertante y eficaz para entorpecer la respuesta.

Entre las armas de la ciberguerra podemos encontrar en un lugar muy visible la contrainformación y el uso de mentiras, ocupando los principales espacios mediáticos pero, sobre todo, circulando por las redes sociales con una intensidad que casi impide desmentirlas. Esto, que se conoce comúnmente como guerra de cuarta generación es sólo una parte del escenario. Cubre los hechos y coloca narrativas amañadas y provocadoras que buscan generar o inhibir reacciones en la población para asegurar las condiciones propicias para intervenciones directas o más definitivas.

Las intervenciones o ataques en infraestructuras (financieras, eléctricas, de movilidad y comunicación, de abastecimiento, etc.), que provocan caos temporales o paralizaciones de sectores de amplio impacto y que aparecen muchas veces encubiertas o narradas por el trabajo mediático y de colocación de sentidos, conforman la modalidad cibernética de los bombardeos. Es la alternativa limpia para deteriorar las condiciones de reproducción y de funcionamiento general con la intención de fragilizar una región, un país o una pequeña localidad, sin movilizar aviones, misiles o equipo de gran envergadura y costo, y sin asumir responsabilidades frente a la comunidad mundial. Trabajo sucio de manera limpia y barata que alivia el peso pero se combina con todas las otras modalidades de la guerra.

De aquí el paso siguiente es ya el ataque de los puntos estratégicos, donde los operativos informáticos pueden adelantarse y hasta prevenir el empleo directo de las fuerzas de ataque convencionales. El cerebro militar, productivo y político. Ataque a importantes refinerías o campos petroleros en el caso que corresponda; a los centros de inteligencia militar; a las fábricas de energía nuclear; a los depósitos de armas estratégicas; a la cabeza del gobierno; a todo aquello que ponga en riesgo la supervivencia del enemigo en cuestión.

Un ciberespacio paralelo

La superioridad tecnológica y operativa en el ciberespacio es herramienta clave de esta guerra. Todos los laboratorios militares de producción e innovación tecnológica dedican la mayor parte de sus recursos materiales y humanos a la búsqueda de alternativas de intervención en el ciberespacio que les permitan tomar el control, por lo menos, de los dispositivos de hackeo.

La Defense Advanced Research Projects Agency (DARPA) de Estados Unidos, está creando, entre otras cosas, un ciberespacio paralelo, protegido y exclusivo, en el que pueda mover su información estratégica. Una vez creado y en operación, no se sabe cuánto tiempo tardarán los expertos informáticos, de múltiples orígenes, en penetrarlo y provocar una nueva carrera hacia adelante pero, mientras tanto, se contaría con una franja segura.

En todo caso, si el campo de batalla más innovador pasa hoy por el ciberespacio, es imprescindible estudiar con cuidado todas sus aristas, potencialidades y vulnerabilidades. La dominación tiene nuevas y poderosas herramientas y la sociedad está siendo sometida a procesos autoritarios inéditos por su profundidad y abarcamiento. Nunca había sido más cierto el panóptico carcelario que estudiara Foucault ni más extendida la lista de anormales a ser vigilados. Por el otro lado, no se explica el autoritarismo sin la rebeldía y ahí están los Anonymus, los Assange, los Snowden y muchos otros sin rostro tratando de hacer saltar los muros y abrir las compuertas del futuro.

Ahora existe una militarización del ciberespacio, en el sentido de una ocupación militar. Cuando te comunicas a través de internet, cuando te comunicas a través del teléfono móvil, que ahora está entrelazado a la red, tus comunicaciones están siendo interceptadas por organizaciones de inteligencia militar. Es como tener un tanque en tu dormitorio. Es un soldado que se interpone entre tú y tu mujer cuando os enviáis mensajes. Todos estamos bajo una ley marcial en lo que respecta a nuestras comunicaciones, simplemente no podemos ver los tanques, pero están […] Pero internet es nuestro espacio…

Julian Assange


Ana Esther Ceceña es Coordinadora del Observatorio Latinoamericano de Geopolítica (OLAG) en el Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México; Presidenta de la Agencia Latinoamericana de Información (ALAI). Coordinadora del proyecto Economía y guerra en el siglo XXI, UNAM, PAPIIT IG300318.


Fuentes citadas

Assange, Julian 2019 Cypherpunks. La libertad y el futuro de internet (DEUSTO) e-book. Appelbaum, Jacob, Müller-Maguhm, Andy y Zimmermann, Jérémy colaboradores.

DARPA (Defense Advanced Research Projects Agency) 2003 Strategic plan, in <http://www.arpa.mil/body/strategic.html>, February.

Foucault, Michel 1992 (1977) La microfísica del poder (Madrid: La Piqueta).

Kaiser, Robert, 2015 “The birth of cyberwar” en Political Geography 46, pp. 11-20.

Snowden, Edward 2019 Vigilancia permanente (Planeta) e-book.


https://www.alainet.org/es/articulo/202759


Artículo publicado en la Revista América Latina en Movimiento No. 544: Las redes de la guerra 14/10/2019                                                                                                                                                               

Guerra siempre, guerra por doquier

Por Ana Esther Ceceña, David Barrios, Alberto Hidalgo


Los estrategas estadounidenses han identificado claramente dos ejes del mal.  El primero concierne a los países que tienen capacidad potencial de poner en riesgo la hegemonía de Estados Unidos sobre el proceso de reproducción tanto de las relaciones de poder como del sistema.  El desafío mayor consiste en afianzar su superioridad, particularmente en los campos tecnológico y económico, frente a China, Rusia e Irán –Corea del Norte en menor medida–, para inhabilitar una posible coalición que podría resultar cada vez más difícil de enfrentar.  Ya las competencias en varios campos de tecnología militar muestran grietas en el monolito estadounidense, pero las dimensiones globales aún distan de anunciar la caída del imperio.  Si bien con distintos estilos y dinámicas, es evidente que ambos lados deben apresurarse para definir posiciones.

Geográficamente, uno de los espacios que marca los términos de la disputa es América Latina, donde por cierto se ubica el segundo eje del mal conformado por Venezuela, Cuba y Nicaragua, de acuerdo con los documentos militares estadounidenses, y dibujándose un poco en las sombras, Bolivia.

La apuesta aquí es distinta.  Nadie en esta región tiene condiciones de disputar el liderazgo mundial.  Lo que sí se asoma son proyectos de organización sistémica no capitalistas que, aunque en ciernes, coartan la libertad del hegemón para disponer de territorios, poblaciones, riquezas y voluntades.  Peor aún, las tensiones generadas y las piezas en juego han acercado las posiciones de los integrantes de ambos ejes y el espacio históricamente monopolizado por Estados Unidos ahora alberga proyectos de infraestructura, de comunicación, económicos, tecnológicos y culturales prescindiendo de la participación de la potencia del tío Sam.  América Latina adquirió capacidad para disputar narrativas mediante la creación de Telesur, en alianza con HispanTV y Russia Today, y a la vez es una ventana para vislumbrar las visiones no americanas del mundo.

La construcción de sistemas de comunicación lo más independientes posible, y el blindaje del espacio cibernético han sido parte de los campos de trabajo conjunto que buscan evitar ataques financieros o a las infraestructuras críticas.

La ciberguerra y la guerra sobre terreno

En este contexto, es interesante observar algunos de los movimientos y de las declaraciones del Comando Sur de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.  En sus propios términos, la definición de los desafíos a enfrentar, de acuerdo con el documento Estrategia del Comando Sur actualizado en mayo de este año, se identifica con el creciente papel que tienen sus competidores más cercanos, pero también otros países y amenazas no estatales.

…China está aumentando rápidamente su comercio e inversión, y ahora es el mayor acreedor de la región […] ha expandido su iniciativa One Belt, One Road en América Latina y el Caribe a un ritmo que algún día podría eclipsar su expansión en el Sudeste asiático y África.  Rusia e Irán han aumentado contra Estados Unidos esfuerzos de información en la región, e Irán ha exportado su apoyo estatal al terrorismo en este hemisferio […] China emplea las mismas prácticas de préstamos extranjeros depredadores y opacos que ha implementado en todo el mundo para ejercer influencia política y económica en este hemisferio.  El control de China de los puertos e infraestructura de aguas profundas asociados con el Canal de Panamá mejora su postura operativa global.  Sus inversiones en telecomunicaciones y el acceso a instalaciones de rastreo espacial ponen en riesgo las operaciones militares, la propiedad intelectual y los datos privados.  China y Rusia también apoyan a sus aliados autoritarios en Cuba, Venezuela y Nicaragua, a menudo a través de propaganda y otras herramientas relacionadas con la información.  Rusia difunde la información para sembrar la desunión, recolecta inteligencia y despliega activos estratégicos como buques de guerra y bombarderos con capacidad nuclear en la región para demostrar su alcance global […] El representante de Irán, el Hezbolá libanés, mantiene redes de facilitación y recauda fondos en el hemisferio, a menudo a través del tráfico de drogas y el lavado de dinero.  Irán sigue siendo el patrocinador estatal más importante del terrorismo en todo el mundo. (Southcom, 2019)

Al hegemón le preocupan los 56 acuerdos portuarios que, de acuerdo con sus estimaciones, China tiene en la región como parte de su estrategia de desarrollo denominada One Belt, One Road y que ponen en riesgo su posición de dominio.  Pero además de ello, se señalan insistentemente las inversiones del gigante asiático en tecnología e infraestructura informática y de información para “conseguir ampliar su influencia” a la que atribuye una clara dimensión militar.  En el mismo sentido, son señalados los esfuerzos de Rusia e Irán por construir plataformas de comunicación, en articulación con Telesur, que logren contrarrestar el relato hegemónico.

A este discurso en torno a la pérdida de control sobre el área, subyace una lógica que aunque actualizada, remite al mismo viejo imperialismo de Estados Unidos.  Esto quedó patente en el discurso pronunciado por el Mayor Daniel Walrath, jefe de las fuerzas de tierra del Comando Sur desde julio pasado:

[En tanto América Latina constituye el área de responsabilidad del Comando Sur], es nuestro vecindario, y la misión del Ejército del Sur es dirigirse hacia los retos de seguridad en común en cooperación con nuestros socios, lo que representa la versión actual de la Doctrina Monroe.  (Dotson, 2019).

No obstante, el trabajo regional ha ido quedando bajo la responsabilidad de los aliados locales.  Muchos de los países del área participan en distintos intercambios, ejercicios, convenios y entrenamientos con Estados Unidos, pero las actividades conjuntas con Colombia, Chile, Honduras y Brasil han tenido un carácter más de socios corresponsables.  Colombia resalta por su protagonismo en la guerra con Venezuela y por el papel que tiene al entrenar a las fuerzas de otros países del área, en este caso, a partir del U.S.-Colombia Action Plan for Regional Security Cooperation.  De acuerdo con información del Ministerio de Defensa del país andino, entre 2013 y 2017, Colombia entrenó a 16,997 efectivos, de los cuales el 85% provenían de países de Centroamérica (Beittel, 2019).

Operaciones Especiales

Las modalidades de guerra contemporánea, en muchas ocasiones sin la participación de ejércitos explícitos, han llevado a la proliferación y generalización de las Operaciones Especiales.  Entre otras razones porque éstas, que parten de un principio de clandestinidad, permiten intervenir en escenarios en los que no se puede o desea actuar de manera abiertamente militar.  Es decir que se trata de formas de intervenir que pueden apuntalar discretamente el proceso de derechización o de conformación de regímenes y sociedades afines con los intereses del hegemón.

En nuestra región, el seguimiento que de manera permanente hacemos sobre distintas actividades militares nos permite señalar que en lo que va del año se han llevado a cabo 7 intercambios, ejercicios y entrenamientos dedicados a este tipo de tareas.[1]  En marzo se realizó en Tolemaida un curso de dos y tres semanas de duración en este tipo de tácticas dirigido a suboficiales colombianos, mismo que fue replicado en el mes de septiembre en Canto Norte, Bogotá.  En esos mismos días un entrenamiento en Operaciones Especiales facilitado por el componente aéreo de la Fuerza de Tarea Conjunta Bravo (Base de Soto Cano en Honduras) se llevó a cabo en El Salvador, dedicado especialmente a lanzamientos en paracaídas aire-tierra y en escenarios anfibios.  También en marzo el Comandante Militar Adjunto del Southcom Michael Plehn, visitó Colombia, donde sostuvo reuniones con la División de Operaciones Especiales del país.  Otro intercambio de este tipo se dio en Goiânia en el mes de abril, entre el Ejército brasileño (que cuenta con el primer batallón de Operaciones Psicológicas de la región) y el Comando Sur.  Específicamente fueron abordados temas relacionados con Operaciones de apoyo de información, mismas que son definidas como:

…planificadas para transmitir información e indicadores seleccionados a audiencias extranjeras para influir en sus emociones, motivos, razonamiento objetivo y, en última instancia, el comportamiento de gobiernos, organizaciones, grupos e individuos extranjeros de manera favorable a los objetivos de quien las origina.  También son conocidas como MISO (dod, 2019).

En junio se llevó a cabo el ejercicio Fuerzas de Operaciones Especiales-Fuerzas Comando, en esta ocasión en Chile con participación de 20 países.  Los “juegos de competencia” son acompañados de seminarios entre militares con mayor perfil con el objetivo de fortalecer las alianzas y alcanzar la “seguridad regional”.  Finalmente en lo que corresponde a lo que va de este 2019, se llevó a cabo un Entrenamiento de Intercambio Combinado Conjunto sobre Operaciones Especiales de carácter bilateral en Paraguay.

Como se ve, si bien las Operaciones Especiales regularmente se asocian con la introducción de grupos de acción específica y acotada, lo que propicia crecientemente el uso de mercenarios, para desestabilizar los escenarios de la guerra, esas actividades van orientándose cada vez más hacia intervenciones cibernéticas, o de manejo de información y contrainformación para la contaminación o fabricación de narrativas.

Fuentes consultadas

Beittel, S., June, 2019, “Colombia: Background and U.S.  Relations” (actualización a febrero de 2019), Congressional Research Service

Dotson, Ashley, 2019, “U.S. Army South Welcomes New Commander”, Southcom, 16 de julio.

Department of Defense, 2019, DOD Dictionary of Military and Associated Terms, enero.

Southcomm, 2019, “Southern Command Strategy: «Enduring promise for the Americas»", Florida.




[1] Las referencias a las actividades del Comando Sur fueron consultadas en todos los casos en el sitio electrónico www.southcom.mil

https://www.alainet.org/es/articulo/202950

Artículo publicado en la Revista América Latina en Movimiento No. 544: Las redes de la guerra 14/10/2019                          




16 comentarios:

  1. 1.- ¿Qué implicaciones tiene el 5to espacio definido por Cerceña para la defensa integral ante una guerra que aprovecha ese espacio para sus estrategias?
    El ciberespacio por ser extenso y con sofisticadas herramientas permite que ciertas áreas de nuestra defensa sean vulnerables, tomando en consideración que estamos tecnológicamente en desventaja frente a las potencias. Tal como apunta Cenceña, “El ciberespacio, entendido como infraestructura crítica o estratégica, es el campo de la vulnerabilidad y el ejercicio del poder; es ahí donde se juegan las asimetrías más riesgosas puesto que es un espacio compartido entre fuerzas contradictorias. Los más inasibles y peligrosos enemigos del orden establecido, de las jerarquías de poder y del modo de vida alienado circulan por la web e intervienen en ella, rompiendo su linealidad y confirmando el ciberespacio como terreno de confrontación y disputa. Por eso, junto con los fabricantes anónimos de armas biológicas, los hackers son considerados entre los enemigos más peligrosos del orden establecido.”, nosotros estamos ubicados en el campo de vulnerabilidad, y en esa asimetría se probó la jerarquía de poder, una experiencia reciente en nuestro país, ha sido el ataque cibernético de cual fue objeto el sistema eléctrico (Guri), el cual ocasionó una serie de daños, y que a la fecha aún en sectores se siente, al momento de detectarlo surgieron vía información mediática por las redes, y televisiva, burlas y mensajes distorsionadores de la realidad, con lo que pretendían resurgimiento de protestas callejeras (guarimbas).
    Ante la clasificación de bloques como ejes del mal por estrategas estadounidenses, ha provocado la integración de ambos ejes, lo cual ha traído consecuencias negativas para ellos puesto que, el poder exclusivo en manos de los Estado Unidos, ahora existen proyectos de infraestructura, comunicación, tecnología, económico y cultural, sin que tengan participación, ha permitido recobrar nuestra identidad (nosotros somos libres, valiosos, tenemos esencia de libertadores, de guerreros). Primer eje del mal: China, Rusia e Irán –Corea del Norte en menor medida, y segundo eje del mal: Venezuela, Cuba y Nicaragua.
    En Venezuela se priorizó avanzar en materia de tecnología, con la ayuda de China lanza los el satélite Simón Bolívar, y posteriormente se lanzan el Miranda y el Sucre. En ese mismo orden, se impulsó la fabricación de Computadores VIP y las canaimitas, y en materia telefónica (saboteado). Lo que llevo a colocar al país en su momento con una población con acceso a tecnología de avanzada y a buen precio. Así mismo, la empresa CANTV, privatizada en la cuarta república fue rescatada por el gobierno revolucionario, poniendo a disposición las comunicaciones y el internet (abba) al servicio del pueblo (esto fue saboteado y saqueado), así como antenas para televisión por cable (saboteado), la empresa MMOVILNET (saboteada, carcomida por el saqueo). A esto se le suma, el bloqueo criminal al que hemos estado sometidos hace más de 15 años.
    Pero las vinculaciones y convenios suscritos con las potencias del mundo China, Rusia e Irán y países aliados, se ha logrado combatir la guerra emprendida por el gobierno Norteamericano y paliar tales situaciones.

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  2. 2.- ¿Cuáles son las características más relevantes del ciberespacio -según la autora- para el actual proceso de guerra híbrida contra Venezuela?
    Siendo el ciberespacio un nuevo sitio de dominio, y los EEUU, al igual que la otras potencias manejaban a nivel militar, sistema creado con fines estratégicos militares, exhibir su poder en el terreno bélico sino también y quizás uno de las razones de primer orden posesionar su superioridad tecnológica, en favor del capital estadounidense. Es el gran desafío norteamericano mantener su hegemonía tecnológica y económica, sobre todo frente a sus rivales potencias China, Rusia e Irán.
    El nuevo sistema se hizo imprescindible en todas las áreas y actividades formando parte de un todo, construido como lo señala Ceceña, material y virtualmente con cables, máquinas intercomunicadas, información, códigos, protocolos, algoritmos y ondas que atraviesan de manera permanente el espacio atmosférico, haciendo posible el intercambio de crecientes cantidades de todo tipo de informaciones. En nuestro país las redes han sido, son parte en una del todo, militar, política, financiera, lo cual llevo en el 2002, cuando se produjo el golpe de estado contra el presidente Chávez, que la industria petrolera fuese saboteada administrativa y tecnológicamente, y desde el exterior las cuentas administrativas y de producción eran manipuladas, el tren ejecutivo y el personal de PDVSA en paro, continuaban percibiendo sus sueldos y salarios y continuaban recibiendo los pagos por concepto de producción petrolera desde el exterior en cuentas paralelas. Se manifiesta aquí la planificación del saboteo y robo de activos, daño a la industria petrolera hasta hoy incalculable.
    Detrás de esas operaciones estaba el imperio norteamericano, apoyando cada una de las acciones, con el único interés de recuperar el control petrolífero en Venezuela.
    En Venezuela se han aplicado todas estas recetas hasta llegar a la operación de asesinar al presidente Maduro, la primera combatiente Cilia y a todo los altos ejecutivos de los diferentes poderes (ejecutivo, militar, electoral, legislativo, judicial) gubernamentales utilizando Drones. La mentira, la mediatización de las redes, los bloqueos, las infiltraciones en comunicaciones, los falsos positivo, entre otras, son parte del entramado de guerra aplicado en Venezuela.

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  3. 3.- ¿Cómo aborda Ceceña a los protagonistas de la guerra imperial y las herramientas e instrumentos que utiliza para llevarla a cabo?

    Cerceña enfoca a los EEUU, en una división de sus adversarios en dos ejes del mal, así pues, en primer término se encuentran aquellos países que tienen capacidad potencial para el liderazgo mundial, y de poner en riesgo su hegemonía sobre el proceso de reproducción tanto de las relaciones de poder como del sistema, esto es todo aquellos países como China, Rusia e Irán siendo estas tres con mayor potencial que pueden resquebrajar como lo han hecho su superioridad tecnológica y económica. Al igual que Corea del Norte en menor medida, y así evitar que se unan y les superen. Se pueden imponer como primeras potencias.
    Y un segundo eje del mal entre aquellos países que si bien no son, ni compiten para llegar hacer potencia mundial de dominio, si han emprendido una lucha de resistencia con un proyecto de organización sistémica no capitalista, limitando de esta forma el poder hegemónico de los EEUU sobre territorios, poblaciones, riquezas y voluntades se trata en América Latina conformado por Venezuela, Cuba y Nicaragua, de acuerdo con los documentos militares estadounidenses, y dibujándose un poco en las sombras, Bolivia.
    Todo esto ha generado un acercamiento en ambos eje del mal y los espacios históricamente manipulados por los EEUU, en la actualidad han producido proyectos de infraestructura, comunicación y culturales, sin tomar en cuenta la participación del hegemon. América Latina adquirió capacidad para disputar narrativas mediante la creación de Telesur, en alianza con HispanTV y Rusia Today, y a la vez es una ventana para vislumbrar las visiones no americanas del mundo.
    Por esta razón ha construido sistemas de comunicación lo más independiente posible y su investigación está dedicada a obtener el blindaje de su espacio cibernético para evitar ataques financieros y de infraestructuras críticas (termoeléctricas, entre otras)
    Utilizan grandes recursos en laboratorios militares dedicados en la búsqueda de alternativas de intervención del ciberespacio que les permita tomar el control por lo menos en lo que se refiere a los dispositivos de hackeo. “Así, la intervención o simultánea en una infraestructura crítica, en el circuito financiero, en las redes comerciales y en la formación de sentidos y la manipulación de la opinión pública conforman parte sustancial de los nuevos entramados de la guerra. La guerra en todos los terrenos: simultánea pero con ritmos diferenciados, envolvente, desconcertante y eficaz para entorpecer la respuesta.”
    Entre las armas de la ciberguerra se encuentra la contra información y el uso de mentiras, ocupan los primeros lugares por la imposibilidad de desmentir en algunos casos, o cuando se haya desmentido ya el mal ha obrado. Las intervenciones o ataques en infraestructuras (financieras, eléctricas, de movilidad y comunicación, de abastecimiento, etc.), que provocan caos temporales o paralizaciones de sectores de amplio impacto y que aparecen muchas veces encubiertas o narradas por el trabajo mediático y de colocación de sentidos, conforman la modalidad cibernética de los bombardeos. Es la alternativa limpia para deteriorar las condiciones de reproducción y de funcionamiento general con la intención de fragilizar una región, un país o una pequeña localidad, sin movilizar aviones, misiles o equipo de gran envergadura y costo, y sin asumir responsabilidades frente a la comunidad mundial. Trabajo sucio de manera limpia y barata que alivia el peso pero se combina con todas las otras modalidades de la guerra.

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  4. 4.- ¿Escriba 5 características del nuevo entramado de la guerra “en la era ciber” que menciona Cerceña.
    A mi modo ver Cerceña, deja colar entre características las siguientes:
    1- Se constituye un nuevo tipo de guerra que se adapta o sirve de apoyo vital a las guerras convencionales. Surgimiento de nuevas modalidades de relaciones y de guerra,
    2- Siendo agregado al ciberespacio como nuevo espacio de dominio, como espacio atmosférico, siendo este colonizado. Es el cerebro de la guerra de espectro completo, operan en el espacio donde conectan y cruzan todas las informaciones en “tiempo real” para alcanzar mejores resultados.
    3- Por su carácter material e inmaterial. El ciberespacio es entendido como infraestructura o estrategia, es vulnerabilidad y es poder, dependiendo cuanto dominio tengas de él.
    4- Hace posible el intercambio de cualquier tipo de información. La amplitud de la web y la profundidad de sus tentáculos, así como su verticalidad y transversalidad, la convierten en el medio idóneo para cubrir el espectro completo de la dominación.
    5- Abarca todos los espacios de densidad estratégica. Puede saltarlos candados de la protección redundante.

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  5. 5.- ¿Qué otros elementos usted le agregaría a este artículo considerando lo leído en el último ensayo que aparece en el Tratado de Metodología de la Investigación en Ciencias Sociales sobre EL ESPACIO?

    El ciberespacio está a disposición sin requerir de grandes inversiones para obtenerla (lo cual hace que gran cantidad poblacional lo utilice), puesto que posee un objeto fundamento, virtual, con espectro espacial sin límites (desterritorializado), absorbe todo cuanto en las redes circula sobre todo lo científico, inteligente, esto hace su desenvolvimiento o desarrollo que acelera los objetos, se multipliquen abismalmente una réplica veloz virtuales.
    Para la autora el ciberespacios lo abarca todo, toda información de todo género incluyendo la guerra y cualquier lugar del espacio. Al punto de encontrarse la humanidad en grave riesgo por cuanto existe control de cada aparato que involucre la net para poder ser rastreado, pinchado, entre otras, que vulneran la privacidad de cada individuo. Tal como lo reveló, Snowden, Assange, cada uno en su momento, y que da al colectivo la idea de lo grandioso pero a la vez destructivo que puede ser.
    En el ensayo “La concurrencia de lo espacial y lo social”, Según De la Garza, “En la concepción de realidad en movimiento y en rearticulación de las relaciones entre estructuras-subjetividades y acciones es donde se puede justificar la negación de la ley universal, el planteamiento de abstracciones y conceptos históricamente determinados, de la ley solo como de tendencia y de futuro como espacio de posibilidades para la acción viable en la coyuntura (subrayado mío) (De la Garza, 1984). De aquí al privilegio de la práctica sobre la subjetividad, del problema de la definición del espacio de lo posible al de la explicación de lo significados, sin olvidar que estos forman parte de dicho espacio (subrayado mío). Un método de construcción de teoría vs. uno de justificación no se argumenta por la simple ignorancia de lo que influye en los comportamientos sino de manera más profunda porque la realidad sujeto-objeto está en permanente transformación, de tal forma que las teorías acumuladas no es que no tengan nada que decir del nuevo objeto, sino que en principio resultan insuficientes.”
    El autor al inicio del ensayo, en su análisis del espacio consideró, pese a que la vida social esta eminentemente espacializada, en principio al pensamiento social aespacial, manteniendo en la actualidad, que tal criterio, la invisibilización de la dimensión espacial de lo social, implica mutilar lo social que se pretende comprender, a este criterio de aespacial se debe a la definición que se tiene firmemente sobre espacio ligado a la Geografía como la ciencia de los lugares, de la tierra, de la superficie terrestre, y en consecuencia sin relación con las ciencias sociales hasta entonces. Pero ello no limito a científico de las ciencias sociales en la dimensión espacial de lo social. De allí que surjan desarrollos teóricos en las Ciencias Sociales que abordan el espacio, ejemplos Sociología Urbana, Ecología Cultural. Y en contrapuesto los científicos Geográficos no se acercan a la teoría social lo suficiente, no contribuyendo a un acercamiento.

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  6. No obstante, la historia ha intervenido al verificarse acercamientos y distanciamientos con otras ciencias sociales, lo cual logra que se toque la relación espacio-sociedad, en las Ciencias Sociales. La geógrafa Renee Rocherfort rompe los esquema de la geografía superficie terrestre divorciad de lo social, y da inicio a una postura diferente la Geografía Social, dentro de la propia disciplina y en la teorización de lo social (la geografía social comienza con la inversión del orden de los factores entre “el espacio y la sociedad”), esto es, que amen del estudio que para otros se anteponía lo espacial a lo social en el criterio de Rocherfort lo social se antepone a lo espacial. Esta innovación, contraria a lo dicho por Vidal de la Blache, según él la Geografía es la ciencias de los lugares y n de los hombres, aupando al estudio el estudio y desarrollo en un periodo y en un espacio, ese sentido, Danilo Martuccelli dice: que es una herramienta que tiene dos funciones, una que debe ayudar a confrontar los grandes problemas sociales de un periodo, considerando que toda teoría social es históricamente situada y dos, porque toda teoría es una manera de mirar el mundo, tiene que ser una fábrica de preguntas y problemas.
    Rochefort en su estudio y desarrollo de la geografía social no profundizó en las concepciones posibles de lo social encasillándose la concepción social a la idea de estructura social, estratificación social o simplemente a la población en todos los sentidos. Recorre la geografía humana con sus giros, invirtiendo el orden de los factores con relación a lo social y cultural; en filosofía giro lingüístico, cultura giros culturales. Según Bernard Lahire la expresión teorías e interpretaciones concurrentes de lo social, en el sentido amplio de búsquedas teórico y metodológicas no eclécticas, que permitan comprender la pluralidad del mundo actual, que en los últimos años se sintetiza en la expresión “la dimensión espacial de lo social”. Las teorías tienen se ha desarrollado históricamente en la disciplina, siendo más difundidas sus hallazgos. El estudio en sí de su avanzado y abundante material del pensamiento geográfico por lo que se le da importancia a la investigación relacionados en ciencias sociales. Las interpretaciones es la de mayor relevancia, el caso de las Geografías que asumen los desafíos e interrogantes acerca de la integración del individuo/sujeto/actor en la espacialidad.
    Asi pues, para el autor, son consideradas tres concepciones del espacio que se encuentran presentes en casi todas las teorías geográficas producidas durante el siglo XX. A) Una la que concibe el espacio en términos relativos, como localización. B) la que concibe el espacio como una producción social e histórica, y C) son aquellas concepciones para las cuales el espacio es una construcción social. En esta perspectiva, a continuación, se consideran tres concepciones del espacio que han estado presentes –muchas veces de manera implícita- en casi todas las teorías geográficas producidas durante la mayor parte del siglo XX. Una de ellas es la que ha concebido el espacio en términos relativos, como localización. Un segundo camino es aquel para el cual el espacio es una producción social e histórica. Y por último, están las concepciones para las cuales el espacio es una construcción social.

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  7. A) La concepción del espacio como localización, el espacio de raigambre más espacialista, surgen y se consolidan en la necesidad de dar un vuelco, traspasar el umbral de la concepción clásica del espacio, entendido como región natural, esta concepción naturalista del espacio no contribuyó al acercamiento con las Ciencias Sociales, por el contrario colocó a la Geografía en la posición que se conoció como el puente entre las Ciencias Naturales y las Ciencias Sociales. Quedando atrás la perspectiva en la cual el espacio se concretaba en toda región natural y fue avanzando la concepción de espacio en términos locacionales. Siendo identificada como la concepción del espacio en términos relativos, cuya característica es su notorio trasfondo geométrico (Bailly y Beguin). Refiere a la trilogía ISA (Individuo/Sujeto/Actor).
    Su relevancia es que permitió a la disciplina y al análisis espacial participar desde los años 50 y 60 del siglo XX, en el auge de los métodos cuantitativos los cuales deriva del principio locacional, que permiten ubicar puntos en plano (lugares) y establecer mediciones entre puntos, distancias. Así se puede medir distancias en costos, en tiempo, niveles de concentración de personas en ciertos lugares, concentraciones de capital, de bienes, entre otras, calcular el tiempo y costo de desplazamientos entre puntos. Estas mediciones dieron lugar a las comparaciones de diverso lugares analizados, establecer jerarquías y redes de lugares según la intensidad de vínculos y los intercambios.
    Ello representó una forma de considerar el espacio que resultaba a fin a las aproximaciones cuantitativas y también, factibles de articular con el diseño de políticas territoriales. Surgen nuevas ciencias, entre ellos de importancia la denominada Ciencia Regional (Isard, 1956; 1960; 1975) y el de los Estudios Urbanos. Los Estudios Urbanos con mayor incidencia en América Latia, sin distanciarse de la Geografía y las Ciencias Sociales, se desarrolló un feeback con las otras ciencias sociales que se encuentran en la búsqueda de comprender el fenómeno urbano con la espacialidad que le es inherente, a partir de este se construyen nuevas teorías y teorizaciones espaciales conocidas como modelos gravitacionales, sistemas de ciudades, entre otras que se retroalimentaron de la Teoría General de los Sistemas de Bertalanffy años 70, y finalmente todas derivadas de la Teoría del Lugar Central (Central Place Theory), su creador por el geógrafo alemán Walter Christaller, esta teoría tiene antecedentes en la Teoría de localización industrial de Alfred Weber, de 1909, en la cual se proponía un modelo matemático para identificar la localización óptima de una industria atendiendo los costos, primero sólo los de transporte y luego también integró los costos de las materias primas, salarios y las economías de escala

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  8. B) La concepción del espacio como producto social Desde los años setenta, permitieron nuevas formas de análisis espacial, así pues la concepción del espacio como un producto social, manteniendo un importante énfasis en lo material. Es de importancia señalar, que esta concepción la materialidad física no es la locación. , sino que lo material es concebido como una producción histórica. En esta concepción, el espacio tiene relevancia en tanto expresión concreta y tangible de lo realizado por una sociedad en un momento histórico dado y el cual e siempre será heredado socialmente por las generaciones. Es el carácter material lo que le otorga la posibilidad de perdurar en un tiempo, que será más o menos extenso según la materialidad de la que se trate. Milton Santos las denominó “rugosidades”
    A diferencia de la concepción teoría relativa del espacio, la concepción de las rugosidades, destacaba la profundidad y los “pliegues” del espacio que contienen muchos pasados y coexisten en él. Así como también esa materialidad del espacio que es heredada a otras generaciones, coloca a cada sociedad ante el desafío de integrarla con otras formas espaciales de temporalidades posteriores (y también anteriores) y con las formas de vida presentes, o decidir diversos cursos de acción de cara a esa espacialidad heredada e insoslayable.
    Para Milton Santos, geógrafo brasileño “”el espacio constituye una categoría histórica que da cuenta de un conjunto de formas espaciales representativas de relaciones sociales pasadas y presentes, integradas en una estructura social” (Santos, 1990)” Este pensamiento contribuyó al diálogo de las concepciones espaciales producidas en la Geografía con las otras Ciencias Sociales, y al mismo tiempo sus propios desarrollos teóricos se retroalimentaron constantemente tanto de la Filosofía como de la teoría social y la teoría económica.
    Muy a pesar de sus méritos, el autor hace una revisión de un sesgo que ha llevado consigo este desarrollo y que considera no es ajeno a las fuentes del pensamiento santosiano, así pues, por un lado la Geografía clásica francesa (en la cual la región natural siempre pesó considerablemente) y por otro lado la teoría marxista. Sesgo que puede entenderse el espacio como “cosa”. Así como también, este sesgo hacia lo material del pensamiento santosiano podría constituir una expresión de la vieja centralidad que tuvieron las formas materiales en la Geografía Física, filtrada en la Geografía Humana aunque reelaborada a lo largo del siglo XX en términos de formas materiales construidas por el ser humano. Algunos geógrafos critican ese sesgo y consideran que ha sido para la geografía un lastre, evitando que se posesione la geografía en el entorno de las ciencias sociales. Este materialismo impregna la concepción del espacio como producción social, debe ser revisada y reflexionar por presentar un cierto matiz redificador del espacio.

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  9. Santos, se empeñó en construir una Geografía al mismo nivel que las otras Ciencias Sociales, una Geografía capaz de relacionarse con otras disciplinas cercanas. Una ciencia que desarrollara una reflexión teórica intensa acerca del espacio como objeto de estudio de la disciplina, dejando atrás la vieja concepción de Geografía apegada a la descripción y carente de teoría. Este desarrollo es importante sin dudar en la defensa de la tesis del espacio concebido como un hecho social, apegado a las reglas esbozadas por Durkheim quien considera como primera regla a de los hechos sociales deben ser trataos como cosas, más tarde aclaro la razón por la cual se expresó de esta manera de los hechos acontecidos en el pasado. Durkheim “concebía a los hechos sociales con existencia anterior al individuo, y por eso los veía de manera externa al individuo y como mecanismos de coerción, de allí el carácter de cosas”. Pese a las críticas recibidas entre se encuentran Giddens, y de los sociólogos, una parte de la teorización contemporánea sobre el espacio ha integrado estas ideas acerca de los hechos sociales. Así pues, la perspectiva del espacio como un producto social desarrollada por Milton Santos se articuló con la idea del hecho social de Durkheim, es una concepción del espacio en términos materiales, aun cuando sea una materialidad producida históricamente. Michel Lussault, hace referencia en el año 2007 sobre la tendencia materialista que acompaña a la Geografía y que termina siendo su propio límite.
    La posición de Santos es importante ante el tratamiento secundario de lo social en la Teoría geográfica y que finalmente es fuente de reificación (cosificación) del espacio como lo expresa el autor. “Las concepciones del espacio como construcción social, Los giros de la Geografía Humana actual hacia las otras Ciencias Sociales, y de estas últimas hacia el espacio (Lévy, 1999; 2000), promoviendo la reconstrucción del edificio teórico en torno al espacio y evitar las reificaciones del espacio del pasado, sin negar el componente material que es parte de él. Y para evitar la reificación del espacio, las teorías de las Geografías que le dan centralidad a lo social (la segunda línea geográfica de conceptualización del espacio) y en particular al sujeto pueden resultar de máximo interés
    En contraposición a las teorías materialista y locacional, en los últimos tiempos se han desarrollado teorías geográficas acerca del espacio y de la espacialidad que han tenido un lento desplazamiento desde la concepción del espacio como un producto social, hacia la teoría espacio vivido, y más recientemente, construido socialmente. A esto Godelier en 1989 planteó: “la realidad no sólo es lo material, sino también lo ideal que está intrínsecamente unido a lo material”. La realidad geográfica existe una vertiente que enfoca el concepto de espacio al concepto de espacio entendido como vivencia, como representación, como experiencia, como lugar y construcción social.

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  10. En ese mismo orden de ideas Antoine Bailly y Armand Frémont, consideran filosóficamente que el papel de lo imaginario y lo simbólico que se integran en nuestras prácticas es necesario para comprender el espacio.
    Bailly considera “que este es el camino para que la Geografía vuelva a encontrar la condición humana que perdió cuando decidió seguir las pistas de la geometría, camufladas bajo el manto de lo locacional”. Lindón, expresa: “el espacio como experiencia o vivencia tiene dificultades metodológicas ampliadas porque su estudio requiere la perspectiva del sujeto que lo experimenta: no es posible analizar el espacio así concebido desde fuera del sujeto”. En la actualidad Di Méo y Buléon han señalado: “La Geografía no se puede contentar con tomar en cuenta a los grupos sociales, también debe anclarse en el sujeto, el individuo, la persona, el actor”
    El espacio no puede ser reducido ni a una localización ni tampoco a la obra o el producto material de una sociedad o de un grupo social, producto que siempre sería observable y medible desde afuera. Afianzando el alegato de Renée Rocherfort “primero lo social, y luego el espacio porque no sería posible comprender el espacio vivido, percibido, imaginado, representado, experimentado sin empezar por quien lo vive, lo imagina, lo experimenta....”
    Yi-Fu Tuan y Anne Buttimer y Seamon, fundadores de lo que ha conocido como Geografía Humanística o Humanismo Geográfico. Yin Fu Tuan con su aporte en cuanto a la dimensión sensible, sensorial, perceptual del espacio entendido como experiencia del individuo. Así mismo este geógrafo es pionero en la reconstrucción del concepto de lugar, en el entendido que se refiere a un sitio muy específico a diferencia que el concepto espacio que es para él es amplitud, falta de imites y la libertad, así como los significados que cada individuo le asigna a partir de lo vivenciado, experimentado; el lugar es considerado como tal por lo que la memoria, el recuerdo le otorga, conceptualizándolo topo filia, que es una forma de dotar de significado a un lugar, que va de lo superficial hasta lo más profunda y duradera (el campesino con la tierra). Edward Relph, en oposición a este concepto y aparee el concepto de placelessness (deslugaridad) y con este topofobia, que no es más que el rechazo por ciertos lugares, concebida relacionándola con el mundo urbano

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  11. Anne Buttimer, planteó: “el espacio vivido son puntos de una superficie topológica, que la persona puede “conquistar, defender, explorar, utilizar, manejar [...] son puntos específicos que responden a la intencionalidad humana, a los valores y la memoria” (1976:284).”
    Estos abordajes del espacio en términos de experiencia espacial y vivencia han ido abriendo el camino a las concepciones “lugar como construcción social”. Esta postura permite la inclusión de lo material sin dejarle exclusividad a lo subjetivo idealista. “Los sujetos le dan sentido al espacio materialmente dado, ya que construirlo socialmente implica hacerlo materialmente y también dotarlo de sentido y apropiarlo. Esto último es lo Raffestin a que Claude denominado la “semiotización del espacio”, denominando el espacio “semiosfera”.
    Muchos otros autores han analizado las distintas esferas de lo no material que acompaña a lo material del espacio., en este sentido tomaron mayor interés para cierta Geografía Urbana es lo que ha dado en denominarse “imaginarios urbanos”. La integración de lo material y lo no material, en el sentido dado pretenden una articulación de ambas dimensiones que genera una tercera dimensión.
    Esto, articula el constructivismo geográfico que busca la comprensión del espacio a partir de la experiencia espacial del sujeto que ocurre en su mundo de la vida cotidiana, y la experiencia espacial del sujeto que trae consigo fragmentos de tramas de significación e institucionalizaciones con las cuales lo material y lo no material del espacio se tornan indisociables en la práctica.
    Benno Werlen desarrolló una propuesta teórico-metodológica que integra el constructivismo, tomando en cuenta las actuaciones cotidianas de los sujetos. El caracteriza su abordaje como un tipo de “constructivismo interpretativo, siendo conocida como una Geografía de la acción.
    Para el autor, “el estudio de la espacialidad desde las teorías geográficas que giran hacia lo cultural (entendido en términos del segundo giro cultural de Werlen) encuentra en el constructivismo –como perspectiva filosófica– una ventana fecunda ya que integra lo no material con lo material, el espacio y la sociedad, lo social y la acción, evitando de esta forma el largo camino reificacionista, dualista y reductor de lo espacial, que ha prevalecido en la disciplina por largo tiempo.”
    Las teorías cuantitativas se redujeron a población, así el espacio estaba sujeto al de población relacionado a lo social enteramente, esto es, se redujo lo social a lo poblacional, olvidando que lo social desborda lo poblacional.
    El autor india que a mediados del siglo XX, la teorización geográfica del espacio, donde el reconocimiento de las diferente posiciones del hombre en una estructura social y el análisis estadístico de las condiciones de cada grupo social, se realiza al punto de perder el carácter holístico de la condición humana, la cual era importante y prevalecido antes de esta teorías (las teorías vidaliana).

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  12. Anne Buttimer, planteó: “el espacio vivido son puntos de una superficie topológica, que la persona puede “conquistar, defender, explorar, utilizar, manejar [...] son puntos específicos que responden a la intencionalidad humana, a los valores y la memoria” (1976:284).”
    Estos abordajes del espacio en términos de experiencia espacial y vivencia han ido abriendo el camino a las concepciones “lugar como construcción social”. Esta postura permite la inclusión de lo material sin dejarle exclusividad a lo subjetivo idealista. “Los sujetos le dan sentido al espacio materialmente dado, ya que construirlo socialmente implica hacerlo materialmente y también dotarlo de sentido y apropiarlo. Esto último es lo Raffestin a que Claude denominado la “semiotización del espacio”, denominando el espacio “semiosfera”.
    Muchos otros autores han analizado las distintas esferas de lo no material que acompaña a lo material del espacio., en este sentido tomaron mayor interés para cierta Geografía Urbana es lo que ha dado en denominarse “imaginarios urbanos”. La integración de lo material y lo no material, en el sentido dado pretenden una articulación de ambas dimensiones que genera una tercera dimensión.
    Esto, articula el constructivismo geográfico que busca la comprensión del espacio a partir de la experiencia espacial del sujeto que ocurre en su mundo de la vida cotidiana, y la experiencia espacial del sujeto que trae consigo fragmentos de tramas de significación e institucionalizaciones con las cuales lo material y lo no material del espacio se tornan indisociables en la práctica.
    Benno Werlen desarrolló una propuesta teórico-metodológica que integra el constructivismo, tomando en cuenta las actuaciones cotidianas de los sujetos. El caracteriza su abordaje como un tipo de “constructivismo interpretativo, siendo conocida como una Geografía de la acción.
    Para el autor, “el estudio de la espacialidad desde las teorías geográficas que giran hacia lo cultural (entendido en términos del segundo giro cultural de Werlen) encuentra en el constructivismo –como perspectiva filosófica– una ventana fecunda ya que integra lo no material con lo material, el espacio y la sociedad, lo social y la acción, evitando de esta forma el largo camino reificacionista, dualista y reductor de lo espacial, que ha prevalecido en la disciplina por largo tiempo.”
    Las teorías cuantitativas se redujeron a población, así el espacio estaba sujeto al de población relacionado a lo social enteramente, esto es, se redujo lo social a lo poblacional, olvidando que lo social desborda lo poblacional.
    El autor india que a mediados del siglo XX, la teorización geográfica del espacio, donde el reconocimiento de las diferente posiciones del hombre en una estructura social y el análisis estadístico de las condiciones de cada grupo social, se realiza al punto de perder el carácter holístico de la condición humana, la cual era importante y prevalecido antes de esta teorías (las teorías vidaliana).
    El desarrollo progresivo es de relevancia señala, muestra que el análisis de las diferentes teorías espaciales, presente como resultado a una teoría espacial que as integra y da una trayectoria intelectual.

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  13. Di Méo construye una teoría espacial de alcance medio, operativa,” que parte del sujeto, pero al mismo tiempo incluye las estructuras que lo constriñen aunque no le impiden innovar”. Se trata de una teoría geográfica que le añade una perspectiva giddensiana, eleva el espíritu teórico integrador de la dimensión material del espacio junto a la inmaterial, avanzando a otro concepto más amplio e incluyente: el “espacio vivido”. En el primero plantea la articulación del espacio percibido y el espacio practicado, esa integración da como resultado el “espacio de vida”. En el “espacio vivido”, integra analíticamente las relaciones sociales espacializadas junto con el espacio imaginado y conceptuado, se accede a un nivel analítico más complejo; Dimeo, paralelamente reflexiona sobre el territorio y la territorialidad, destacando que esta última (la relación del sujeto con el territorio) debe ser comprendida en tres dimensiones: a) la existencial que expresa la relación del sujeto con su lugar, b) la dimensión de la “co-determinación dialéctica del sujeto con su contexto social, y c) la del espacio geográfico objetivado que los desafíos sociales resignifican permanentemente.
    En cuanto al territorio, su propuesta va integrando aportes centrales de la Teoría Social, aspectos de las obras de Giddens y Goffman con relación a las prácticas y su rutinizació, también le da un toque de Berger y Luckmann, así como de Garfinkel con respecto al peso de lo discursivo, igualmente integran en su teorización elementos de Michel de Certeau, con relación al carácter táctico de las prácticas cotidianas, de Maurice Hallbwachs respecto a la influencia de las formas espaciales en la construcción de las ideas y el pensamiento sobre el espacio, Así como de aportes fundantes de las Ciencias Sociales contemporáneas y de la Filosofía Merleau-Ponty, Husserl, de destacados geógrafos contemporáneos, tanto de la tradición francófona Raffestin, Gumuchian, Frémont, como de la anglosajona Sack, Harvey, Hägerstrand,. No obstante, esta teorización abierta a las Ciencias Sociales no ha generado el interés inverso, en la Teoría Social, pero cabe destacar que este esfuerzo teórico se retroalimenta empíricamente en diversos estudios de caso.

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  14. En cuanto al contexto social, La segunda perspectiva teórica tiene estrecha relación con la Teoría social es la Time Geography de la Escuela de Lund. Esta disertación anglosajón, a diferencia de la anterior logró un notorio interés en la Teoría Social, especialmente a Giddens, quien se acerca a la obra de Torsten Hägerstrand. Incluso, teniendo enfrentamientos con seguidores intelectuales de Giddens particularmente con Allan Pred. Debate que enriqueció y movilizó a la comunidad geográfica, que de inmediato se constituyó en giddensiana, por cuanto constituyó la primera muestra contemporánea de interés y reconocimiento sociológico que recibía la teoría geográfica. Sin embargo le hicieron observaciones entre otros por Derek Gregoryen en la que advertía acerca de la reducción que hacía Giddens respecto a la obra de Hägerstrand, en general las críticas geográficas observaban que la apropiación de Giddens de la Time Geography era sólo técnico-metodológica, dejando en la sombra el trasfondo y esencia teórica (Gregory, 1994). Allan Pred, plantea que la Time Geography contiene pistas centrales para dar respuestas a los grandes interrogantes de la Teoría Social, acerca de la reproducción socio-espacial, y no simplemente socia. Pred se funda en que la intersección de las trayectorias individuales y los proyectos institucionales ocurre en esos fragmentos de tiempo y espacio (dioramas) en los cuales no sólo convergen las prácticas de un individuo sino las de varios, considera que todo proyecto institucional requiere de la convergencia de las prácticas de varios individuos, señala, esos dioramas no son “escenarios congelados”, en ellos se pone en juego la reproducción socio-espacial a partir de la conjunción de esas especificidades: un proyecto institucional, la práctica de un individuo.
    Bernard Lahire considera las disposiciones o habitus pueden entenderse como “la presencia determinante del pasado en el presente [...] propensiones, inclinaciones, hábitos, tendencias, modos de ser persistentes”; las perspectivas de corte interaccionistas reconocen la capacidad del individuo/sujeto/actor para negociar lo instituido, y en consecuencia para innovar.

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  15. Todos estos aspectos que hacen a lo social se tornan imprescindibles para las miradas geográficas constructivistas que se preguntan por la dimensión espacial de lo social. La concurrencia de Geografías constructivistas y la Teoría Social
    No sería posible revisar o siquiera citar una buena parte de las aproximaciones geográficas que de una manera u otra se orientan hacia las perspectivas constructivistas que dialogan con la Teoría Social. En la Geografía francófona existen aportes relevantes en este camino (sobre todo en la periferia de la Geografía francófona institucional39), lo mismo en la Iberoamericana. Entre los anglosajones este camino integra tantas voces y tantos aportes destacados, que ni siquiera sería factible hacer un inventario medianamente completo. La referencia a geógrafos de la talla de Nigel Thrift, Michael Dear, Edward Soja, Don Mitchell, Allan Pred, Denis Cosgrove, Doreen Massey, David Harvey, David Ley, Robert Sack, Derek Gregory, no resuelve la cuestión porque necesariamente es parcial y sólo nos deja en deuda con voces muy relevantes.
    El autor en resumen presenta sólo dos teorías geográficas de particular relevancia para la comprensión de la dimensión espacial de lo social y abiertas a la Teoría Social. Una francófona y otra anglosajona. La teoría francófona se condensa en la figura de Guy Di Méo y viene a integrar lo que se conoce como Geografía Social francófona. La anglosajona es la Time Geography, iniciada por el geógrafo sueco de Lund, Torsten Hägerstrand, aunque continuada extensamente, retomada y reinterpretada, por geógrafos americanos y británicos. Entre los americanos posiblemente la figura más destacada es la de Allan Pred, de Berkeley. Entre los británicos quien retoma ideas seminales de Hägerstrand y las proyecta es Nigel Thritf, de Oxford. Ambos se introducen en la Time Geography, de la mano del propio Hägerstrand en los años setenta.

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  16. 6.- ¿Es cada guerra un proceso o es un fenómeno aislado e inmutable ante otros procesos de su entorno?

    Pudiéramos decir que es un fenómeno aislado pero Históricamente se puede observar que cada guerra es un proceso, no es un fenómeno aislado, y puede tomar otro giro ante otros procesos, o su dinámica puede cambiar, como puede ser el punto de inicio o la excusa para emprender una guerra.
    Es notable la guerra desatada entre potencias que se libra actualmente. Los bloques de interés para cada potencia tiene un quiebre común, mantener el liderazgo a nivel mundial y por tanto ocupar o tener el mayor número países que colaboren, sean aliados que posean una gran carga de recursos que le sean beneficiosos.
    Los hilos se desplazan hasta América Latina, se han desconocido acuerdos tan importantes como el de la Carta de las Naciones Unidas, donde se invoca la solidaridad, la paz, el respeto a los pueblos y su autodeterminación. Ante una carrera bélica desenfrenada en la que enarbola la bandera de la defensa a su país especialmente a su economía, tras la pérdida de hegemonía para el acceso de recursos del país que considera su colonia y atacan sin piedad y con todas las estrategias y armas necesarias para rendir, asfixiar a pueblos democráticamente libre e independiente y apoyan dictaduras y grupos terroristas.
    Las razones que “justifiquen” el iniciar una guerra no han cambiado, riquezas, territorio, recursos, poder, pero si la forma de hacerlas y como toda guerra como todo proceso para alcanzar la meta se planifica, organizan estrategias, visualizan las oportunidades existentes en su entorno y se sirven de estas.
    Actualmente las armas son más sofisticadas desde el perfeccionamiento de aviones carros y tanques bélicos, explosivos, bombas, misiles, bacterias, virus, y se le agrega la cibernética, el ciberespacio, (falsos positivos, estafas, mediatización de la información, sabotaje, etc.) quien lo controle tendrá el control mundial.

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